Samvel en pelota picada

Lo primero disculparme por si esta publicación no era lo que esperabas, aunque la entrada va de eso, de estar en pelotas, desnudo como mi madre me trajo al mundo. Ahora te preguntarás qué voy a contarte esta vez, pues sigue leyendo coño¡¡¡

hace unos cuantos años vivía en otra casa mucho mas pequeña que la que tengo hoy día.
la casa era una cochinera, oscura y destartalada, en el sentido de que tenía cada cosa en una planta, esto, hacía que te pasaras el día subiendo y bajando escaleras. El cuarto de baño estaba en la planta baja, es decir, en el portal, la cocina y el salón, en la primera planta y las habitaciones en las segunda planta segunda.

A parte de eso, la casa estaba en la "mejor" zona de Tudela,
en la zona más "tranquila" cerca del TUBO, una zona de marcha, donde todo Tudela se reune para beber puesto que, esta llena de bares en los que con 10 personas se llena el aforo, es por eso que la calle se llena de gente.

la puerta de mi casa no era excepción, y justo en frente de mi habitación había unas escaleras para poder subir a una plaza y que los fines de semana hacía el papel de gradas donde las cuadrillas se sentaban a beber. Los fines de semana olvídate del silencio.

En esa época, mi hermano y yo compartíamos habitación, así que había dos camas perpendiculares a la pared de la derecha según entrabas al cuarto y un balcón enorme queda justo en frente.

Recuerdo que era sábado. en la planta baja, en el portal, estaba mi padre y dos de mis primos que me esperaban para salir de fiesta.
-Esperadme que me duche, me visto, y nos vamos- Les dije
-Vale- me respodieron - aquí te esperamos mientras tanto hablando con tu padre.

como me daba pereza subir hasta mi habitación para coger la ropa y salir ya vestido y listo para irme, me metí en el baño con la idea de subir después con mi toalla a la habitación y , allí, vestirme.

Así lo hice, me duché y salid enfundado en una toalla, mis primos, hicieron algún chiste sobre mis aspecto y subí al segundo piso. Abrí la puerta, entré, cerré la puerta, tiré la toalla encima de la cama y finalmente di la luz.

Al dar la luz, yo no contaba con que el enorme balcón que daba a las escaleras-gradas llenas de cuadrillas estaba abierto de par en par. Claro, al dar la luz, todo el mundo que allí había se volvió a mirar y allí estaba yo, en pelotas delante de más de 20 personas, en su mayoría chicas.

La gente empezó a puntar y avisaban a los colegas que aun no se había dado cuenta para que me vieran, joer, ¿¿es que nunca han visto a nadie desnudo??.

La solución era simple, con apagar la luz, la gente me hubiera dejado de ver, pero, en lugar de eso, salí corriendo hacía el blacón con la intención de cerrarlo, una decisión muy mala, pues, con las prisas y el apuro, me dí un golpe con la pata de mi cama en el dedo pequeño del pie, joer¡¡¡ como duele eso, pero cuando la gente te está mirando tus partes pudentas en compañía de unas cervezas como si fueras un boy en una despedida de soltera, esas cosa no te duelen.

Me recompuse como pude, pegué un salto y caí encima de la cama de mi hermano pero, revoté y caí al suelo, justo delante del balcón ante la risa de mis "fans". Me volví a levantar y cerré el balcón. Aunque, total, llegados a ese punto mejor lo hubiera dejado abierto y me hubiera ahorrado unos cuantos golpes.


Yo tengo imán para que vean en bolas los vecinos, no se como lo hago. En la casa donde vivo ahora, en la habitación en la que dormía antes, me pasó algo parecido, pero claro, al tener más edad reaccioné mejor, entré con mi toalla a mi habitación, cerré, di la luz, me quité la toalla, y allí, delante de mí estaba la vecina, tendiendo la ropa, joer¡¡¡¡, me escondí y cerré el balcón. Hasta ahí no hubo mayores problemas, lo que pasó es que esta señora pareció aficionarse a esperarme en la ventana, creo que se pegaba 8 horas tendiendo y destendiendo la ropa, esperándome a que saliera del baño, digo esto, por que al día siguiente me pasó lo mismo. hice lo mismo me escondí y cerré el balcón. pero...

Al tercer día que me pasó lo mismo, la señora se pasaba el día tendiendo, y lo peor era que no se ruborizaba, ni apartaba la vista, era yo el que se ponía colorao, pero, aquella tercera vez decidí darle una lección. Mientras la señora miraba con descaro, me acerqué al balcón, me puse los brazos detrás de la cabeza y empecé a agitar las cadera de modo, que, "aquello", empezó a girar como un ventilador. Fue entonces cuando la señora, se asustó y se metió en su casa, ya no la he vuelto a ver más espiando. Será guarra la carroza¡¡¡


bueno, espero que os hayais reído, aunque haya sido a costa de mis desgracias, pero bueno. Tampoco pasa nada.

hasta la próxima entrada, un abrazo¡¡¡

samvel web


NOTA: La foto es un fotomontaje, en realidad en la foto estaba con pantalones, no suelo hacer foto eróticas. XD