Especial Halloween

Como entrada especial de halloween, quiero compartir con vosotros dos de las experiencias paranormales que he vivido y que, a fecha de hoy, aun no he encontrado explicación. Si lees mi blog, de sobra sabrás que soy muy escéptico y que siempre me inclino a buscar una explicación lógica a las cosas extrañas.

Sé que hay personas que juran haber visto fenómenos extraños: Apariciones, objetos que se mueven solos, ruidos extraños y cosas por el estilo pero yo, por suerte, no me considero de ese tipo de personas. ¿Os imagináis ser como el niño del
sexto sentido?
Bueno , voy al grano, os voy a contar mi historia.

¿HAS SIDO TÚ?
Ocurrió una tarde de invierno hace bastantes años. Yo era un niño, tendría unos 14 años. En esa época vivía en la misma casa en la que vive mi abuela pero en el piso superior. La casa tiene dos plantas. Las correas de escaleras están una encima de la otra así como sus dos rellanos. Si salías del piso de arriba ibas a parar al rellano, a la izquierda quedaban las escaleras, al bajarlas girabas a la izquierda de nuevo y había otro rellano debajo del primero y así hasta el portal.


Recuerdo que estábamos en mi casa mi amigo de la infancia, Carlos, al que llamamos todos "Kiko". En aquellos tiempos éramos unas locos de los videojuegos y nos pasábamos el día jugando a la Playstation 1.


Cuando nos cansamos de jugar ya había oscurecido y estábamos solo en casa, no era muy tarde, serían las 7 pero , en invierno, aquí ya es de noche a esa hora. Los dos salimos al rellano pulsé la llave de la luz para encenderla y bajar pero no funcionaba, a veces pasaba, había que bajar abajo y pulsar la llave de abajo para que hicieran contacto, instalaciones prehistóricas, que le íbamos a hacer.

Si queríamos dar la luz teníamos que bajar hasta el portal, pero ¿para qué queríamos luz cuando ya habíamos bajado?. Bajamos los dos a oscuras. El Kiko bajó primero mientras yo me quedaba para apagar la luz del salón que era la única que nos alumbraba el camino, No se iba a quedar encendida.

-agárrate al barandado o barandilla y así te guiarás- Le dije. Él ya había empezado a bajar las escaleras para aprobechar los últimos rayos de luz que salían del salón. cuando pulsé la llave y nos quedamos a oscuras el estaba a mitad de la escalera.

Me agarré al barandado para guiarme en la oscuridad mientras escuchaba los pasos de mi amigo bajando delante de mí en las últimas escaleras, casillegndo al rellano del primer piso.

Bajé sin ningún miedo, habíamos estado jugando al videojuego y era eso lo que los dos teníamos en la mente. Mi mano se deslizaba por la barandilla de madera esperando llegar a esa especie de "pomo" que indicaba que la escalera había terminado y tenía que girar pero cuando mi mano llegó al "pomo" y quise agarrarlo me topé con una mano que allí estaba sujeta y me agarró por la muñeca.

-¿Kiko?- pregunté a mi amigo creyendo, con lógica, que era él
-Que- Me respondió él. Su voz no sonó a mi lado, el sonido vino desde el otro lado del rellano. El corazón me dio un vuelco, aquella mano me soltó en aquel momento.
Lo peor era que yo tenía que girar y, de haber alguien o algo allí, me iba a topar con ese algo.
-Como dé un paso y me tope con algo me va a dar un paro cardiaco- pensé
-!!Kiko¡¡- lo llamé.
di un paso esperando lo peor pero allí no había nada. Eso me alivió y a la vez me sorprendió mucho. ¿De dónde había salido esa mano entonces?

-Samuel, ¿Qué pasa?- me preguntó mi amigo mientras retrocedía hacía mí.
-Kiko, ¿me has agarrado la mano?- le pregunté aun cuando sabía que él no había podido ser.
-¿Qué dices?- me respondió extrañado.
-¿Me has agarrado la mano ahora tú?- le volví a decir sabiendo que me iba a decir que no.

El tono de mi voz debió sonar muy asustado y preocupado porque, allí a oscuras sin vernos las caras mi amigo entendió que algo había pasado.
-Si, he sido yo. Yo te he agarrado la mano- Me dijo -Venga, vámonos-

El tono de su voz había cambiado y sonaba algo asustado. Aunque él me insistía para que me moviera y saliéramos de allí mis músculos no me respondían. Cuando me pegó un tirón reaccioné y los dos echamos a correr escaleras abajo.

Salimos como balas del portal, aliviados de ver la luz de las farolas de la calle.
-¿Qué ha pasado?- me preguntó mi amigo. Yo le expliqué todo lo que había pasado en ese instante en la oscuridad.

-Yo no te he agarrado la mano, Samuel- Me dijo bajo la luz de las farolas.
Tan asustado me vio, bueno tan asustado me escuchó que me dijo que había sido él para que me tranquilizara y saliéramos de allí.

Aun hoy, cuando pienso en ello, se que no pudo haber sido él por que estaba, por lo menos, a tres metros de mí. Son cosas que a uno no se le olvidan con facilidad, esa mano que me agarró de la muñeca en la oscuridad sin ninguna brusquedad y con un tacto caliente desapareció con la misma facilidad con la que apareció.
____________________________________________

MUY DESAGRADABLE, SI ERES SENSIBLE SÁLTATE ESTE TROZO
La segunda historia que os quiero contar fue una ocasión en la que mi primo Fran ( El que aparece en el videoclip de Meras sonrisas con la guitarra eléctrica)y yo nos asustamos de verdad. Yo no soy asustadizo pero cuando un relato es capaz de ponerte los pelos de punta es que es fuerte.

Lo raro de la historia es que no vimos nada, no fuimos a ninguna casa encantada, no hicimos ninguna sesión de espiritismo ni nada por el estilo.

Estábamos en casa de mi primo, él, mi tía y yo. Empezamos a conversar los tres. Salió el tema de una persona de por aquí que estaba pasándolo mal, depresiones, se había quedado muy delgado, demacrado y la gente se empezaba a preocupar por él.

- Pues fulanito de tal esta muy mal, ¿verdad?- preguntó ella.
- Pues si, tiene muy mala cara y según dicen está con depresión y muy mal- le contesté yo.

Mi tía es una persona muy sensible a las cosas paranormales, siempre cuenta experiencias y ella cree en este tipo de sucesos porque los ha vivido en sus carnes.
Yo soy todo lo contrario, nunca me pasa nada, si me pasa le intento buscar explicación y si no la encuentro me olvido de ello y tan felices.

Según ella, existen espíritus de enfermedad, de muerte y de miseria. Entes que se cuelgan a las personas y se alimentan de su vida y de su energía. Ya de entrada esto le pone a uno muy mal cuerpo, pero claro yo no me inclino a pensar que cada vez que me ponga malo sea por que tenga un espíritu a cuestas. Yo me voy al médico y punto.

Como digo, ella cree mucho en eso y lo que nos asustó mucho a mi primo y a mi fue lo que nos contó de esa persona que estaba con depresión.

- El otro día lo vi y le pregunté qué tal estaba- comenzó a contar mi tía -le pregunté porque le vi tan mal color en la cara... Después de haber estado hablando un rato con él, me despedí, me giré y puse rumbo a casa mientras él caminaba en dirección contraria, pero mira por donde, me dio por girarme para ver como se alejaba.
Y vi una cosa que me asustó mucho- Terminó con una pausa añadiendo tensión a su relato.

Mi primo y yo con la curiosidad en el cuerpo.
-¿Qué viste?- le preguntamos
-No, es que es muy desagradable- Dijo ella.
-Venga dilo ya, joder¡¡¡- Le contestó su hijo.

Después de pensárselo un poco se incorporó un poco en el sofá en el que estaba recostada.

-Cuando me giré vi como un ser con cara cadavérica estaba agarrado a su espalda con los dientes mientras que unos brazos huesudos y deformadamente largos arrastraban por el suelo- concluyo.

Leído así puede asustar, pero, dado que este blog lo lee mucha gente, tengo que omitir datos. Uno de ellos es que dicho ser, según ella, tenía la cara de una persona que ya falleció y que es conocida por muchos de donde yo vivo.

Se me pusieron los pelos de punta, aunque yo no creo en esas cosas y mi tía lo sabe de sobra, yo no sería de carne y hueso si, al escuchar eso, no me impresionara.

Mi primo le dijo que dejara el tema, nos puso muy mal cuerpo. Nos levantamos y nos fuimos a la calle, a un bar a tomar un café y a dar una vuelta.


Bueno, me despido una vez más, espero que no te obsesiones con este tipo de cosas, que las he escrito sólo por celebrar Halloween, no para que te comas la cabeza. Si los espíritus esos que se cuelgan de la gente existen, tienen que estar muy incómodos allí agarrados con los dientes. Debe ser un trabajo muy mal pagado y con pocos días de vacaciones.

A parte de celebrar estas fechas tan raras, en las que nací, con un par de relatos de terror, a mi me gusta vivir con los pies en el suelo y es lo que aconsejo a todo el mundo.

Rodéate de los tuyos, ríete mucho, todo lo que puedas y liga mucho. Lo demás es secundario.

Feliz halloween

Un abrazo , se os quiere
Samvel Areh