Un susto de muerte 2º parte

había pasado, por lo menos, media hora sin que nosotros hiciéramos ningún ruido extraño y sin que nadie hiciera nada en el piso de abajo. De repente, oímos como se abría la puerta del portal y como unos pasos subían por las escaleras hasta el primer piso, desde arriba pudimos distinguir las voces de mi tío, el padre del Fran, y dos tíos nuestros más, tambien se oían más voces que no pudimos distinguir.


-"¿Qué es lo que pasa?"- preguntó un hermano de mi tía. Ella les explicó lo que había pasado en la última hora y media. Mientras abajo hablaban se me ocurrió pensar en algo que podía hacer que las cosas pasaran de ser una broma para convertirse en algo no tan gracioso. Mi tío es un hombre bastante corpulento y espontáneo, si por casualidad se atrevía a subir al piso de arriba, entraba y le asustábamos, aunque fuera sin intención, podía darnos un puñetazo como un acto reflejo al no reconocernos en la oscuirdad. Para evitar eso, fui a la puerta del piso andando como si de un ladrón se tratara y eché el pestillo, de esa manera ya no había peligro. Mi primo estaba de acuerdo conmigo en eso, asegurarnos el cuello nunca está de más.

Después de un rato de charla se quedaron en silencio esperando escuchar algo extraño en el piso de arriba. Uno para comprobar si era cierto y otras para demostrar que no estaban loca como una cabra.

Arriba nos hicimos desear y no hicimos ruido alguno. Pasaron por lo menos 10 minutos hasta que comenzamos a caminar de manera que el ruido fuera bastante sutil, nada comparado al estruendo de antes. -"¿Lo escuchais?"- decía mi tía a los recien llegado con un tono en su voz que decía (¿veis como no me he vuelto loca?).

No pasó mucho tiempo hasta que unos pasos firmes sonaron en la escalera que conducía al piso de arriba, Un hombre de 100 kilos con unos brazos que podrían derribar una pared se dirigía hacia nosotros. -"Tranquilo, he cerrado la puerta con pestillo"- tranquilicé a mi primo a la par que esas palabras tambien me tranquilizaban a mi.

-¿y si echa la puerta abajo?- me pregunté a mi mismo. Era poco probable, pero nunca se sabe, tenía que pensar algo para que no se acercara a la puerta y mucho menos que entrara, también quedaba la posibilidad de salir y confesar que todo había sido una broma, pero yo me negaba a dejarlo todo cuando mejor se estaba poniendo.Por otro lado comprobar que la puerta estaba cerrada por dentro hubiera hecho sospechar a cualquiera, los fantasmas no necesitan encerrarse, ¿no creeis?

Se me ocurrió una gran idea, mi primo y yo fuimos a la puerta, gracias a la mirilla podíamos ver como mi tío estaba mirando la puerta desde las últimas escaleras, casi llegando al rellano, eso si, sin acercarse a la puerta. -"No se atreve a acercarse"- le anuncié a mi primo a la par que le dejaba mirar por la mirilla. Fuera, la silueta de un gitano que parecía una mole se recortaba con la luz que venía de la escalera de abajo y le alumbraba desde atrás.

-"!!!Bien¡¡, no se acerca¡¡¡"- dije en voz baja - "ahora vamos a poner en marcha mi plan"- le dije a mi primo. Miré por la mirilla de nuevo y él seguí allí mientras. desde abajo, le preguntaban si veía algo y le insistían a acercarse más. Ante la insistencia de los de abajo, que no se atrevían a subir, mi tío comenzó a acercarse a la puerta muy despacio, yo sabía que tenía miedo así que agarré el pomo de la puerta con firmeza y lo agité hacia delante y hacia atrás ligeramente durante un segundo, esto provocó el efecto desde afuera de que la puerta temblaba por si sola.

-"Ahí dentro, hay alguien"- anunció a los de abajo mientras se apresuraba a bajar,intentando ocultar el miedo en el cuerpo, sin duda el plan había salido bien y probablemente no le quedarían ganas de volver a subir. Mi primo yo respiramos entre risas y aliviados, podíamos seguir con la diversión.

Decidimos volver a hacer el estruendo para disfrute de los de abajo, pero esto lejos de asustarlos los convenció a subir, entrar y mirar dentro, en la parte alta de la escalera no había luz, pero si dentro del piso en el que estábamos. Escuchamos a varias personas subiendo por las escaleras. -"Ahora si que nos pillan"- me dijo mi primo, por un momento tambien creí eso, pero, miré alrededor, cerca de la habitación donde estábamos mi primo y yo, había una pequeña alcoba y dentro de ella un armario y un montón de retales y ropa que sin duda eran para tirar y estaban allí temporalmente. No lo pensé más, si quería comprobar que alli no había nadie eso es lo que iban a ver, fui al pasillo lo más rápido que pude, abri el pestillo para que pudieran entrar y nos camuflamos con el montón de ropa que había en la alcoba. un escondite perfecto incluso con la luz encendida.

No tardaron en abrir la puerta, dar todas las luces del piso y empezar a inspeccionarlo como agentes del C.S.I. No se quienes fueron los valientes que subieron, lo que sé es que se convencieron, apagaron las luces y se marcharon abajo. Por la forma de hablar supe que estaban desconcertados. Mi primo y yo nos habíamos marcado otro tanto a nuestro favor.

Después de eso pudimos comprobar como no hacia más que llegar gente a la casa, se ve que el cuento de casa encantada se había corrido y la gente venía atraída por el morbo. Estuvimos un buen rato sin hacer nada, ya habían pasado casi dos horas desde el comienzo de la broma y a nosotros en lo personal dejo de hacernos gracia, nos apetecía salir a dar una vuelta. Así que abrimos la puerta, bajamos por las escaleras como si no fuera la cosa ante la mirada estupefacta de todos. Abajo había una cantidad de gente increible, sentados como si fuera el acto del siglo.

Les habíamos ganado, se lo habían tragado. Eso si, no nos libramos de los escobazos de mi tía, aunque después decía que sabía que todo había sido una broma y que nos había seguido el rollo,-"Sabía que érais vosotros"- dijo mi tío. - "si, seguro que si, pero entonces ¿Por qué no has entrado y por que has huído?"- le contesté mientras mi primo y yo nos reíamos. Al final nos reimos todo mucho y siempre será una cosa que recuerde con mucho cariño, es más aun ahora después de dos años me sigo riendo, escribiéndolo para vosotros me he reido mucho. Espero que vosotros también os hayais reído y pasado bien.

A ver si ahora, después de haber leído esto os da por hacerle una broma a alguien, pero tampoco os paseis. Seguro que os reis mucho.

La próxima entrada va a ser una sorpresa, os voy a enseñar a hacer una cosa con la que gastar una broma a quien querais. seguro que os reis mucho.

samvel
un abrazo