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Cuando llegaba el Kiko a Tudela siempre la liaba, era algo irremediable. Un día me dirigía de camino a mi casa cuando me crucé con él.

-¿Qué pasa? ¿A dónde vas? - Le pregunté. Él estaba muy nervioso y además parecía enfadado, como si hubiera discutido con alguien. Llevaba una bolsa de plástico blanca con algo que no pude distinguir a simple vista.

-!!!Mira¡¡¡- Me dijo mientras abría la bolsa y sacaba lo que había dentro -¿Tú te crees que hay derecho a esto?

Yo, miré lo que había sacado de esa bolsa. Era un montón de pedacitos de tela pero no unos cualquiera, eran camisetas cortadas en trozos de no más de cinco centímetros.

-Pero ... ¿Qué ha pasao?- Le pregunté.
-Las han cortado con las tijeras adrede y mira, la camiseta que me dejaste tambien la han roto- Me contó

Al parecer había sido la chica con la que salía, en un arranque de celos le rompió las camisetas que se había dejado en su casa con tan mala suerte que la mía, sin tener culpa la pobre, también fue víctima de aquellas tijeras.

-Bueno, tranquilo, que no pasa nada- Lo intenté tranquilizar.
-¿Qué me tranquilice? de eso nada, es más, se va a enterar- dijo mientras se giraba sobre sus pasos para regresar a la casa de su "novia" o rollete, vete tu a saber.

La chica, junto a una amiga y un chico, compartían un piso que linda con mi casa, después de andar unos metros llegamos a la puerta de mi hogar.

-Eeeeh, asómate- Le gritó desde la calle.
-Que no pasa nada, déjalo Kiko, si no merece la pena- Le intentaba llamar al orden. Pero él hacía caso omiso, estaba muy enfadado porque me había roto mi camiseta.

Ante el escándalo que les montó desde la calle, el chico que compartía piso con la "rompecamisetas" y su amiga, bajó para hablar con él.



-Kiko, haz el favor de tranquilizarte, tío- Le dijo en tono de paz.
-Tú, te vas a comer ... (se contuvo de decir "mis mierdas" y dijo) ... un huevo duro- Le contestó con toda la rabia del mundo. El chico, al verlo de esas maneras, volvió a subir hacía arriba, haber si se iba a llevar palos sin tener nada que ver.

El Kiko aprovechó que la puerta del portal estaba abierta para subir al piso.

-ay Dios¡¡¡, ahora la mata¡¡- Pensé yo

A los pocos segundos, pude escuchar desde la calle unos gritos en el interior del piso.

-NOOOOOOOOOOO- Se escuchaba gritar a una de las chicas.
-Puff¡¡¡ la que se va a liar- Me temí yo.

Después hubo un silencio y tras unos segundos el Kiko salió por la puerta abrazado a un montón de ropa de ella que había cogido de su armario, de ahí los gritos de ella. Casi no se le veía la cara a causa del montón de ropa que llevaba. La otra desde la ventana le decía de todo.

-Esto son peleas de parejas y lo demás son tonterías- Pensé yo.
-!!!Desgraciao, asqueroso, "piiiiiii", "poooooooo"- Le insultaban las dos amigas que estaban asomadas.

El Kiko salió con toda la ropa que pudo coger, que os aseguro que fue mucha, y la dejó en el suelo, me miró y yo no le dije nada, sólo me reía. Él se metió en el bar que hay cerca de mi casa y salió con dos periódicos en la mano.

-¿Qué vas a hacer?- Le pregunté pero no me contestó. Cogió toda la ropa del suelo y la puso más apartada, en una pequeña plaza. Rompió los periódicos y los mezcló con la ropa como el que mezcla una ensalada.

Llegados a ese punto yo comprendí lo que iba a hacer. Al parecer las chicas de la ventana también lo hicieron y subieron el tono de la voz y la fiereza de los insultos, pero de nada les sirvió.

El Kiko sacó un mechero y prendió fuego a la ropa y los papeles. No tardó en formarse una hoguera increíble. Las llamas alcanzaron un par de metros de altura. La gente del bar salió para ver lo que pasaba, las chicas desde el balcón gritaban y decían barbaridades incluso, la dueña de la ropa lanzó una escoba a modo de proyectil con la intención de darle al Kiko pero éste lo esquivó con facilidad.

La amiga también empezó a tirar cosas y el Kiko esquivababa todo. La gente que había en el bar estaba con la boca abierta al ver una hoguera de más de dos metros y dos chicas histéricas lanzando cosas desde el balcón a un chico que esquivababa todo y yo ahí, llorando de risas.

-Kiko, estás loco- Le decía yo
-Son una guarras, nos han roto las camisetas sin motivo, ahora que se jodan-

Las chicas dejaron de lanzar cosas y el Kiko aprovechó para recoger la escoba, la fregona y todo lo que le habían lanzao y echarlo a la hoguera para que ardiera. Al parecer eso no se lo esperaban las muchachas y se quedaron muertas.

-Este nos quema todas nuestras pertenencias- Debieron pensar.

Ante semejante escándalo, salió mi padre por el balcón de mi casa y lo llamó al orden. El Kiko enfadado, le explicó con respeto todo lo que había pasado mientras la hoguera seguía ardiendo detrás de él.

Al poco rato, la hoguera se extinguió y la pobre novia se quedó sin ropa. Creo que ese fue el final de su relación. Este no se andaba con chiquitas. Yo creo que lo que más le enfadó fue que rompieran mi camiseta, una camiseta que yo le había prestado. Imaginad si se meten conmigo. La verdad es que siempre ha sido un amigo muy leal, loco como una cabra, pero muy leal y buena persona conmigo. A ver quién es capaz de quemarle la ropa a una novia por que le ha hecho algo a un amigo.

De estas, mil. Kiko, eres el mejor. A ver si nos vemos pronto.

Un abrazo muy fuerte, se os quiere.
Samvel Areh.

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